sábado, 28 de noviembre de 2015

EL ADIOS AL AMIGO JUAN SANDOVAL

pueblo de cachapoal, octava región
EL ADIOS AL AMIGO JUAN SANDOVAL

La iglesia se ve totalmente repleta de personas,
son cientos y cientos de coronas y arreglos florales,
alrededor del ataúd, las han traído como ofrendas,
 por el descanso de su alma.
   El pueblo ha llegado en masa a despedir al amigo.
En lo alto del pueblo se encuentra el campo santo,
desde allí se puede observarla caravana que avanza lentamente,
son cientos los vehículos que lo acompañan,
arriba los camiones esperando con mensajes:
adiós al amigo, siempre te recordaremos,
estaremos con tu recuerdo y lo esparciremos
por todos los caminos por donde transitemos.
Al llegar la caravana a lo alto,
unos cincuenta camiones, al unísono,
lanzan sus bocinas al viento,
haciendo estremecer los corazones
diciendo: adiós al amigo que se va al silencio,
Su mujer sollozando junto a sus tres hijas y su hijo menor,
todos abrazados con lágrimas que brotan de dolor.
Todo un pueblo y sus amigos despiden
al hombre correcto, amable, generoso y sencillo,
al que siempre lo vieron con su sonrisa a flor de labios.
Hoy su cuerpo inerte entre esas nobles tablas de roble,
ante las miradas tristes, derramando  perlas que corren por las mejillas,
gargantas apretadas, lo ven perderse poco a poco
en esa tumba que quedará cubierta de tierra;
guardando por siempre sus restos mortales,
pero, su alma permanecerá en sus hijas, hijo, nietos, esposa y amigos;
El regresará del silencio y se hará presente,
cuando lo recuerden en sus conversaciones,
anécdotas, bromas y hechos donde gozaron de su presencia,
en este mundo, lo único que perdura por siempre son los recuerdos.