Dos horas en el hospital
Al entrar me encuentro con una muchedumbre
Camino entre la gente
Que va de un lado a otro
Como hormigas asustadas que escapan y se pierden
Consultas en una oficina
Y pasa y pasa la gente
Un doctor camina
Con paso altanero
Con un estetoscopio
Colgando del cuello
Otras oficinas y más gente
Pasan señoras con guaguas
Viejos con muletas
Enfermos en camilla
Con botellas de suero
Al recorrer los pasillos
Se observan las filas
Y mucha personas
En las ventanillas
La gente pasa para un lado y para el otro
El movimiento no se detiene
Observo mi número el noventa y siete
Y recién vamos en el cincuenta y uno
Continúo observando el ir y venir
Señoras obesas moviendo sus panzas
Y otras tan flacas que da pena mirarlas
Jóvenes, viejos de todo pasa
La paciencia se encuentra
A montones en la gente
Algunos sentados,
Otros caminan para ejercitar las piernas
Otros en la cola esperando su turno
Algunos bostezan otros observan
Sacan su número para ser atendidos
Y observamos como avanzan
En el letrero los números
Y por el gesto de la gente se nota molesta
Mira su número, mueve la cabeza
Y luego se sienta a esperar su turno
Pues será llamado a su debido tiempo
Finalmente yo siento la voz femenina
El noventa y siete
Me levanto cual resorte y hacia allá me dirijo
Lo he logrado por fin
Ser atendido
Le doy las gracias y así me despido